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Las criaturas blancas y de cuerpo espumoso que viven sobre las nubes son uno de los tantos curiosos y tímidos seres que no aparecen en los libros de biología de nuestras escuelas.

Todo de ellos es desconocido: su historia, sus gustos, sus juegos, sus pasiones y, para la gran mayoría, también su existencia.

Ahora están expuestos, y su timidez está continuamente en peligro de ser traicionada por la ventanilla cualquiera de un avión de pasajeros.

Puedes observar durante horas un cielo encapotado desde el asiento de un avión, esperando descubrirlos, son prácticamente invisibles mientras están inmóviles, debes esperar a que algo les pique y tengan que rascarse, o que alguna de estas criaturas blancas y de cuerpo espumoso salte de una nube a otra, más consistente o más mullidita.

Todos los asistentes de vuelo, azafatas y pilotos guardan con complicidad el secreto de las criaturas blancas y de cuerpo espumoso. Están bien atentos de que su existencia no se descubra. Son verdaderamente hábiles en robar nuestra atención si pasamos por alguna de las zonas de nubes en las que habitan.

Estate bien atento la próxima vez que se acerquen a ti a ofrecerte un hipnotizante aperitivo, puede que lo que intenten es que no mires por la ventanilla.

alberto bueno, 2008

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