En Constela hemos sufrido una gran y hermosa transformación, una especie de despertar, una torta en la cara que nos ha despertado.
Llevamos casi la friolera de 3 años y todavía no hemos podido quitarnos los grilletes del desarrollo a medida. Estamos ahora en plena lucha por sacar nuestros proyectos propios adelante (tendré que hablarte de ellos algún día).
Hemos inyectado a nosotros mismos una buena dosis de auto-estima, de grandes esperanzas y buenas intenciones, ya no somos Constela, ahora somos Constela, la nueva Constela y mañana seremos Constela, un referente en la generación y gestión de nuevas posibilidades en Internet.
Por ello, en este momento de rediseño interno se requiere un rediseño externo. La gran batalla de encontrar un nuevo logotipo ha comenzado.
Hemos recibido propuestas de nuestro diseñador, hemos rebuscado por la web en busca de inspiración (o alguien a quien copiar), hemos movilizado a los amigos más creativos, incluso hemos desviado reuniones en búsqueda de sugerencias.
Es tan complicado, tan subjetivo, tan difícil decidirte por una imagen que nos represente del modo que todos los miembros del equipo queremos que nos represente. Somos a la vez tan diferentes, tan complementarios, que nos resulta muy costoso encontrar la intersección que compartimos.
Por mi parte me gustaría encontrar algo que enunciase: humanidad, cuidado, crecimiento orgánico, vida, imaginación, posibilidades… Pero aveces me siento ridículo por cursi y poético y me alegra ver como mis compañeros me paran los pies. Ellos me recuerdan que tiene que verse Internet en alguna parte, también me insisten en que les gustaría una imagen sencilla, abstracta que no diera pie a intentos de interpretaciones.
¡ Oh dios mío !, estamos perdidos en la espiral de la subjetividad, por ello voy a pedirte que me contestes a una pregunta: ¿Qué logotipo te gusta más para una empresa de desarrollos en Internet?.