Durante toda mi experiencia como freelance, y también como socio empresario, he lidiado con las percepciones prejuiciosas del cliente: que si una empresa grande da más seguridad, que si una empresa pequeña es menos capaz, que si es mejor poner en nómina a alguien que contratar a un freelance, …
Una de estas grandes percepciones establecidas es la famosa: “Contratar a una empresa tiene más garantías que contratar a un freelance” , basada también en otra que se viene a llamar “A nadie despiden por contratar a IBM”.
Uno de los errores de todas estas percepciones es la generalización. Ni todos los freelance te van a defraudar, ni mucho menos todas las empresas te van a satisfacer. Pero el mejor alimento de esta pescadilla es el miedo a ser juzgado por retar la supuesta fiabilidad de estas percepciones.
El freelance tiene sus talones de Aquiles que se basan todos en el mismo: disponibilidad limitada. Y la empresa tiene los suyos que se basan todos en el mismo: visión exclusiva en la maximización de los beneficios.
Pero la empresa y el freelance compiten en igualdad de condiciones en un gran lista de cualidades: avales, dedicación, seguridad, calidad, seriedad, responsabilidad. Y me atrevería a decir que el freelance debería generar la percepción establecida de que es mejor en estos campos:
Los avales
Los avales que pueda ofrecer una empresa, en forma de portfolio, nunca son tan reales como los que pueda ofrecer un freelance.
El portfolio de un freelance es creación suya con sus propias manos, y el portfolio de una empresa es fruto de sus subcontratas (asalariadas o no) que pueden ser las mismas que te ofrezcan a tí o, muy probablemente, no.
¿La persona o personas que se van a encargar de tu proyecto son las mismas que se encargaron en su día de todos éstos que aparecen en esta lista?
Seguramente el listado de proyectos en los que ha participado será mucho más pequeño en el caso del freelance por el simple hecho de que su participación ha sido real y física y no simplemente coordinadora como en el caso de la empresa.
Similitud: ¿Qué crees que hacen las consultoras de software con todos los recién licenciados, y no siempre en informática, que tienen en plantilla? … encorbatarlos y alquilarlos a cliente a precio de senior.
La dedicación
Otro de los grandes mitos es que el freelance tiene una tendencia mayor a la dispersión, a estar atento a más de un proyecto, y a descuidar el tuyo.
Como si la empresa sólo tuviera tu proyecto en la cabeza.
De cualquier manera la implicación que un freelance pone en un proyecto es inviable de superar por una empresa, en primer lugar porque no es rentable.
El freelance cuando se enfrenta a un proyecto lo hace con un interés extremo, a sabiendas de que es su carrera como profesional la que está en juego.
En la empresa, al final del todo las manos que ejecuten las acciones que tu proyecto requiera no serán las del comercial que te visita, y mucho menos las del gerente, serán las de un profesional (o no) anónimo que tiene un porcentaje de interés en tu proyecto bastante arbitrario.
Similitud: En el caso de estar buscando una mesa de madera personalizada y de calidad, ¿deberías ir al Ikea más cercano a recorrer su gran variedad, o hablarías con un ebanista de confianza para que te muestre su taller y los materiales que va a utilizar?
El equipo
Está claro que la empresa tiene un equipo detrás que proporciona una mayor polivalencia y un servicio mucho más integral. ¿De verdad está tan claro? En la mayoría de los casos lo que tiene es una buena red de proveedores. Incluso esta última afirmación está por demostrar.
El freelance es uno, esto es cierto, pero un freelance con larga experiencia ha construido por necesidad y afinidad una gran red de profesionales colegas de la que tirar cuando algún requisito no puede ser cubierto con sus capacidades. Esta red es mucho más potente que cualquiera creada entre empresas y proveedores pues es una red de profesionales.
Similitud: Si el proyecto en tu mente es la creación de una, gran o pequeña, película de cine. ¿Contrarías una gran productora que te ofreciera un producto diseñado y creado por un equipo de personas anónimas o buscarías un equipo de profesionales, actores, directores, guionistas, artistas de foto y sonido, etc, que tuvieran tanta fuerza a nivel individual como colaborando como equipo?.
El presupuesto
No es la primera, ni la cuarta vez, que oigo que el trabajo de un freelance debe ser más barato que el de una empresa, incluso ante iguales requisitos. ¿En qué se basa este razonamiento?
Supuestamente esto se respeta por el conocimiento de que los gastos generales son mucho más elevados para una empresa que para un freelance. ¿Es acaso esto culpa del cliente?, sobretodo basándonos en mi defensa de que el servicio recibido es el mismo.
En cualquier caso, que los gastos generales de una empresa sean más elevados es debido a que su capacidad de recursos es mayor y por lo tanto también sus posibilidades de atender más proyectos rentabilizables.
Similitud: El mantenimiento de un autobús es más caro que el de un coche, ¿es acaso más caro viajar en autobús que en taxi?
La seguridad
El cliente se siente más seguro contratanto una empresa que a un freelance. Siente que al contratar a un freelance está arriesgando, y que si algo sale mal será juzgado por esta decisión ‘arriesgada‘.
El problema no está en contratar a un freelance o no, el problema está en contratar a un profesional o no.
¿Es más profesional un ente empresa por haber reunido 3.005,06 euros para conseguir un nombre con una S y una L detrás? Dinero que podrá retirar una vez conseguido el nombre.
Cierto es que al depender de un freelance surge la inevitable pregunta: ¿y si se pone malo, o .. se le va la olla y se pira a la India?, pero te has parado a pensar alguna vez ¿qué ocurría con tu encargo si en la empresa se pone malo el jefe de proyecto, o le sale una oferta con mejores condiciones?. Si piensas que la empresa tendrá facilidad para sustituirlo por otro debo informarte que no es así, los conocimientos no documentados que sólo viven en la mente del freelance o del jefe de proyecto son igualmente insustituibles a corto plazo.
Similitud: Un freelance profesional es una empresa formada por un 100% de profesionales, en una empresa profesional este índice es muy difícil de alcanzar.
Garantias
La opinión libremente difundida es que un nombre con una S.L. detrás ofrece muchas más garantías que el nombre particular de una persona.
¿Acaso conocen los difusores de esta opinión el significado de la coletilla S.L.?. Señores y señoras, S.L. significa Sociedad Limitada, que no es ni más ni menos que una limpieza de cara de su nombre largo: Sociedad de Responsabilidad Limitada.
El freelance, sin embargo, cuando firma un contrato con su nombre tiene una responsabilidad total, absoluta y perenne sobre lo acordado.
Similitud: ¿Conoces el “timo del nazareno”?. No podría funcionar sin la presunción errónea de las garantías de una S.L. y sin la limitada responsabilidad que hace repercutir. Normalmente el único y último responsable de una S.L. es la persona que titula como Administrador, y no el gerente que te da la mano, ni el comercial que te visita, ni mucho menos el chaval que va a realizar realmente el trabajo.
La calidad
La calidad dependerá en gran medida de la capacidad de el freelance o de la capacidad del trabajador de la empresa que realice verdaderamente la labor.
La diferencia está en que el freelance se muestra con las manos sobre la mesa y la empresa rara vez te informará sobre el currículo y experiencia del trabajador/es que se encargarán de tu proyecto. Seguramente nunca conozcas sus nombres, en empresas grandes, seguramente ni la propia empresa conozca los nombres del trabajador final.
Similitud: En caso de requerir una acción militar delicada y detallista, ¿contratarías al ejército español a que mandase una cuadrilla de despistados soldados rasos, o contactarías con un mercenario de confianza con avalada experiencia?.
Como resumen final me gustaría hacer hincapié en la “similitud del ebanista e Ikea” pues considero que define con la mayor amplitud la manera que tengo de percibir mi profesión, y es que soy un artesano. Entonces la duda inicial entre freelance o empresa se podría enfocar de la siguiente manera:
¿Artesano o cadena de montaje?
Con lo que quiero decir que mi opinión no es que siempre sea mejor opición la del freelance, evidentemente si lo que se necesitan son 15.000 botellines de agua es mejor una cadena de montaje.
También quiero lanzar una lanza en favor de las pequeñas empresas compuestas por gente entusiasta y realmente válida, pero este caso no hace más que reafirmarme pues este tipo de empresas son en su gran mayoría una pequeña agrupación de freelances.